lunes, 10 de mayo de 2010

Miro al espejo y en él me reflejo yo. En mi cara, mis ojos. En ellos se refleja mi imagen en el espejo. En esa imagen, mi cara. En mi cara, mis ojos. Y en mis ojos, otra vez yo. Un sin fin de Ineses, repetidas en si mismas, cada una guarda un aspecto de mí. Una Inés luchadora, otra triste, cobarde, quejica, feliz, decidida, inteligente, ingenua, atontada y despistada, sin rumbo, con destino fijo. Infinitas. Efímeras.

4 comentarios:

  1. Ojalá fuese cierto y hubiese tantas ineses...

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  2. Qué bonito y qué filosófico, Inés. te quiero Mum

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  3. Espero la publicación siguiente con ganas. ¬¬

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  4. No veo yo que este blog avance ¡eh! Toma ejemplo del mío (indirecta...).

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