viernes, 26 de febrero de 2010


Y de repente, mientras ella me lee un poema nuevo, uno de esos que escribe cada día, me doy cuenta de que es buena, de que dentro de muchos años, cuando los que nos precedan nos estudien, la verán como un genio, un modelo a seguir, alguien que creó escuela, al igual que Quevedo y Góngora, siempre enfrentados pero con su propio estilo; y eso es exactamente lo que hace, escribir sin pensar, lo que le viene a la cabeza, lo que vive o lo que ve que viven otros, con las palabras que le salen o como ella misma piensa que queda más 'poético' cuando, en realidad y sin darse cuenta, está creando ella su propia poesía, como una fuente que nunca se seca, a veces con más ideas, a veces con más ganas, otras con menos, pero sin parar. Y yo sigo dando ánimos como puedo y cuando lee algo nuevo hay más esperanzas de que siga, de que escriba, de que publique y de que no abandone esos mails a sus amigos que tanto apoyan, que con un simple 'eres buena' ya hacen que escriba un poco más. No lo dejes.
A mamá (va a dejar a Quevedo por los suelosss)
Birbiriquiños

1 comentario: